La historia de Canelo nos muestra el ejemplo de la fidelidad sin límites que puede tener un perro hacia su dueño. A veces pensamos que lo que más motiva a nuestros perros es un trozo de sabrosa comida o su juguete favorito; sin embargo, después de leer esta historia, me doy cuenta de que no es así. Que lo que mueve a un perro es el amor hacia la persona querida con la que pasea, con la que come y con la que duerme día tras día. Podría pensarse que esta afirmación es solo una intuición, pero no es así. Diversos estudios científicos han corroborado esto (http://www.webconsultas.com/noticias/mascotas/los-perros-prefieren-el-carino-de-su-dueno-a-la-comida)
Los perros nos quieren y nos quieren de verdad, sin esperar nada a cambio.
Los ciudadanos de Cádiz correspondieron de manera generosa a este amor incondicional erigiendo un monumento a Canelo, el perro que espero doce años a su dueño en la puerta del hospital, sin saber que éste había fallecido poco después de entrar en él: https://www.abc.es/sociedad/historia-canelo-hachiko-espanol-perro-fiel-espana-20221209115939-nt.html
A partir de ahora, cuando regrese a casa y mis perras corran a saludarme, me acordaré de ti, Canelo.
Gracias por tu ejemplo.