¿Puede un perro ayudar a mejorar la salud de una persona?
¿Como afecta el contacto con perros en una Residencia de personas mayores?
Por Jesús Barbero. Adiestrador y Director de EquipoCan.
De todos son conocidas las actividades más significativas que hacen los perros en favor de los seres humanos: nos hacen compañía, nos ayudan en nuestros trabajos, encuentran a personas desaparecidas, salvan a personas de morir ahogadas, ayudan a las personas invidentes, etc. No en vano, por ello, el perro es considerado desde hace siglos como el mejor amigo del hombre.
Siguen siendo menos conocidos, en mi opinión, los beneficios que los perros tienen para nuestra salud. En relación a esto, el 1doctor Aubrey H. Fine, en su libro titulado “nuestros fieles compañeros” relata que en los años ochenta un investigador llamado James Lynch descubrió que cuando la gente acaricia a un perro se relaja y se tranquiliza. El motivo de esto es que mientras acariciamos a un perro libera una hormona llamada oxitocina, que es la hormona asociada al bienestar.
Si nos ceñimos en concreto al ámbito de las personas mayores, descubrimos que numerosas investigaciones realizadas con este segmento de la población han demostrado que las personas mayores que tienen perros en sus casas y pasean con ellos se muestran más activas y tienen una mayor vida social. Igualmente se ha comprobado que también sienten menos dolores y tienen menos riesgo de padecer depresión.
Otras investigaciones revelaron que las personas mayores que tienen perros en casa experimentan una menor sensación de soledad y acuden con menos frecuencia al médico que las que no lo tienen. Como se puede comprobar, son numerosos los estudios que se han hecho en relación con los beneficios de la interacción de los seres humanos con los perros y citar todos supondría extenderme demasiado, además de resultar tedioso.
Creo que sí merece la pena señalar los que a mi juicio son los beneficios más significativos. Como por ejemplo el que menciona el veterinario estadounidense 2Allen M. Schoen en su libro “Nuestros amigos los animales”. Schoen habla de un estudio realizado en Instituto de Investigación Médica del Alfred Hospital de Melbourne (Australia). En este estudio se comprobó que las personas que convivían con un animal en su casa mostraban una tensión arterial más baja, inferiores niveles de triglicéridos (grasa) y colesterol que las que no lo poseían.
Los perros no hablan, pero yo añadiría que sólo les falta hablar. Los miles años que llevan conviviendo con nosotros les han permitido evolucionar hasta tal punto que han logrado aprender a interpretar nuestros gestos y a comprender nuestras emociones y necesidades. Poseer un perro o simplemente interactuar con él es sinónimo de salud y de calidad de vida.
1Libro: nuestros fieles compañeros. Explorando esencia nuestra relación con los animales. Autor: Aubrey H. Fine. Kns ediciones.
2 Libro: nuestros amigos los animales. Autor: Allen M. Schoen. Editorial Urano.