Cuando un perro llega a la ancianidad solemos pensar que lo más conveniente para él es pasar el resto de sus días dormitando en casa y moviéndose poco. Si él pudiera hablar probablemente, a pesar de sus años también a él le gusta divertirse y hacer cosas que le hagan estar bien y sentirse bien. Es cierto que los perros que llegan a la senectud pierden facultades: la vista, el oído, las articulaciones, pero no es menos cierto que esto no es óbice para que puedan seguir disfrutando de una buena calidad de vida. Es más, los perros conservan intacta su capacidad olfativa durante toda la vida.
Por este motivo considero que es nuestro deber propiciar una buena calidad de vida a nuestros perros geriátricos, rescatarles del olvido, realizando con ellos actividades que les gusten, dándoles estimulación física y mental acorde a su edad, etc. Si tienes un perro de edad avanzada y le dedicas un tiempo a hacer este tipo de cosas te darás cuenta de lo que disfruta él con ello (y tú con él). En poco tiempo notarás el cambio.
¡Atrévete a probarlo! Merece la pena.